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ENPE

Esquema Nacional del Programa Educativo

 

 

Programa de Jovenes

El Programa de Jóvenes es todo aquello que los jóvenes hacen dentro del Movimiento Scout; es la suma de experiencias adquiridas a través de las actividades (qué), del método scout (cómo) y que contribuyen para alcanzar el propósito del movimiento mismo (por qué). Los adultos contribuyen al programa proporcionando vivencias que produzcan experiencias significativas y aprendizajes para la vida.

El Programa de Jóvenes incluye todo lo que hacen los jóvenes, orientado por objetivos, y basado en las aspiraciones y necesidades de la juventud mexicana. Es sin duda un conjunto ordenado de experiencias de aprendizaje, que toma en cuenta las particularidades de cada persona y su entorno, utiliza al método scout como vehículo, y su origen parte de los Principios del Movimiento Scout.

La ASMAC, como responsable del Movimiento Scout en todo el país, evalúa y adapta el programa de jóvenes con la intención de responder, de manera integral, a la evolución de las necesidades y aspiraciones cambiantes de la niñez y la juventud mexicanas.

 

Sistema progesivo de objetivos educativos

El método scout propone a los jóvenes objetivos personales a lograr, esto es, que se esfuercen por alcanzar un conjunto de conductas deseables que les permitan crecer.

 

Estos objetivos están establecidos según la edad de los jóvenes y van siendo más desafiantes a medida que ellos crecen, pero siempre de acuerdo a un cierto perfil final que se espera que el joven o la joven logren antes de los 22 años.

 

Los objetivos comprenden todos los aspectos de la personalidad, por lo que están agrupados en 6 áreas de crecimiento: corporalidad, creatividad, carácter, afectividad, sociabilidad y espiritualidad.

 

No obstante que están ordenados en una malla, ésta es sólo una propuesta que cada joven, en diálogo con los dirigentes voluntarios encargados de su seguimiento, modifica y complementa hasta que la hace suya.

 

De acuerdo al principio de aprendizaje por la acción, para lograr los objetivos los jóvenes realizan actividades, que son propuestas y elegidas por ellos mismos, y que desarrollan y evalúan con el apoyo de los dirigentes voluntarios adultos.

 

Las actividades permiten que los jóvenes tengan experiencias personales que contribuyen a incorporar en su comportamiento las conductas deseables propuestas por los objetivos.

 

De esta manera, las actividades cubren campos de acción muy diversos cuyo único denominador común es que son atrayentes para los jóvenes puesto que ellos mismos las eligen.

 

La tarea del educador voluntario es convertir esa actividad en una experiencia de aprendizaje.

 

Un conjunto de estímulos y reconocimientos, adaptados a cada etapa de desarrollo, da cuenta del crecimiento de cada joven.​
 

El programa Scout

El desarrollo a lo largo del tiempo de las actividades propuestas por el movimiento scout se denomina programa.

 

Los jóvenes logran sus objetivos a través de actividades, que son propuestas y elegidas por ellos mismos, y que desarrollan y evalúan con el apoyo de los scouters.

 

Las actividades permiten que los jóvenes adquieran experiencias que contribuyen a incorporar en su comportamiento las conductas deseables propuestas por los objetivos.

 

El desarrollo de las Actividades que generen a su vez Experiencias Personales Significativas, hace atractivo a los jóvenes el Movimiento Scout.

El metodo educativo Scout

Las actividades se realizan de acuerdo al método educativo scout, compuesto por un conjunto de elementos que procuran convertir al joven y a la joven en el principal agente de su desarrollo, de manera que llegue a ser una persona autónoma, solidaria, responsable y comprometida.

 

Los principales elementos del método son los siguientes:

 

La Ley Scout, código de conducta que expresa y propone, en lenguaje comprensible para los jóvenes, los valores y principios del Movimiento Scout.

 

La Promesa, compromiso voluntario y personal de vivir de acuerdo a la Ley Scout, que cada joven asume cuando lo estima conveniente.

 

El marco simbólico, que varía según las edades y que es un ambiente de referencia que permite presentar los valores scouts de manera atractiva y ayuda a los jóvenes a identificarse con esos valores a través de modelos dignos de imitar.

El sistema de equipos, que organiza el dinamismo de los grupos informales de amigos para convertirlos en comunidades de aprendizaje.

 

La vida de servicio, integrada por las actividades y proyectos que acercan a los jóvenes a quienes más necesitan, generando una disposición permanente a servir.

 

La educación a través del juego, que facilita su integración con los demás, les permite el conocimiento de sus aptitudes y motiva su interés por explorar, aventurar y descubrir.

 

Edades y duración

La propuesta scout comprende las edades que van entre los 7 años hasta los 22, generalmente divididos en 4 etapas:

 

Infancia media y tardía

7-11 años

Nombre de la Rama

Manada de Lobatos

 

Pre-pubertad y Pubertad

Edades

10-15 años

Nombre de la Rama

Tropa Scout

 

Adolescencia

Edades

14-18 años

Nombre de la Rama

Comunidad de Caminantes

 

Juventud

Edades

17-22 años

Nombre de la Rama

Clan Rover

Vida de Grupo

 

Ahora que has revisado que el ENPE integra todos los elementos del Método y del Programa Scout a través del concepto de Vida de Grupo seguro piensas ¿por qué es tan importante esto? y ¿a qué se refiere exactamente?

 

El resultado principal de la aplicación integral del método y el programa scout es, en cualquier sección, un ambiente especial que motiva a los jóvenes a formar parte del movimiento scout y a permanecer en él; ésta atmósfera mística que nos brinda identidad es lo que denominamos Vida de Grupo.

 

La vida de grupo es el resultado de la aplicación del método y el programa scout.

La convivencia entre los jóvenes, la actitud de los scouts, el atractivo de las actividades, los valores de la ley y el compromiso que genera la promesa, el marco simbólico, la vida al aire libre, las ceremonias, los juegos los cantos, en fin, todo lo que ocurre como producto de la aplicación del método y el programa scout, va construyendo progresivamente esa atmósfera especial.

 

La vida de grupo determina la permanencia de los niños y jóvenes en el Movimiento Scout.

Esa atmósfera tiene tal fuerza que, quien ingresa al Movimiento, percibe de inmediato que está situado en un espacio diferente que vale la pena aprovechar. Está percepción es esencial para la permanencia de los jóvenes. La riqueza de la vida de grupo hace que ellos privilegien su participación en el Movimiento por encima de cualquier posibilidad y nunca pasará por sus mentes la idea de abandonar el Movimiento Scout.

 

La vida de grupo facilita la creación de un campo de aprendizaje.

Ninguna actividad logra objetivos educativos por sí sola, es la experiencia personal que se obtiene por participar en la actividad en conjunto con la aplicación de todos los elementos del Método y del Programa Scout. De ahí que cuando se habla del aprendizaje en la sección, se habla de un campo que es esencial en la vida de grupo, que reúne, entrelaza y armoniza todos los elementos del Método y del Programa Scout.

 

La vida de grupo crea estilos de vida y forma la conciencia moral.

La vida de grupo ayuda a los jóvenes a construir su propia personalidad, en unión de un grupo de amigos o amigas, que experimentan sueños y angustias similares, acompañados de adultos que encarnan los valores propuestos. En esta atmósfera se desarrolla la conciencia moral y se construye una escala personal de valores.

 

La intensidad de la vida de grupo depende de los scouters.

Es decir, la atmósfera de la vida de grupo se logra aplicando el método y velando porque este se mantenga fiel a la Misión del Movimiento Scout, tarea que corresponde a los scouters como una de sus principales responsabilidades.

 

Educación Mixta

Es muy importante comprender la importancia de las diferencias físicas, motrices y de ritmos decrecimiento, así como los aspectos afectivos, de comportamiento e intereses que existen entre hombres y mujeres.

 

El origen de diferencias, en aspectos de la personalidad que no son físicos, han dado lugar a diversas discusiones; pero hoy es generalmente aceptado que las formas de comportarse de hombres y mujeres son adquiridas y dependen casi por completo del ambiente en que los jóvenes han sido educados y de los modelos que han tenido a su alrededor, lo que se presentan para ellos una forma concordada de ser hombre y mujer.

 

El origen cultural de estas diferencias se relacionan estrechamente con ciertos estereotipos sociales, ya que a pesar del avance en el campo de la equidad de género sobre todo en el plano teórico aún subsisten en amplios sectores, marcados estereotipos de lo que, estiman propiamente femenino y masculino, a lo cual debe presentarse especial atención en grupos sexualmente homogéneos pues es ahí donde estos estereotipos tienden a reforzarse.

 

Es por esto que no es posible educar en un ambiente unisex, para el cual sean indiferentes ser hombre o mujer, y donde el deseo de afirmar la igualdad de derechos entre los sexos haga olvidar las diferencias y la natural complementariedad entre ellos. Es por eso que el Esquema Nacional de Programa Educativo se ha basado primordialmente en promover la educación mixta (antes llamada coeducación) en el Movimiento Scout.

 

El sistema de la educación mixta parte de dos supuestos:

 

  • Que los mismos temas tienen importancia educacional para hombres y mujeres, y

  • Que hay ventajas palpables en la enseñanza conjunta entre hombres y mujeres (un ejemplo claro es la promoción de la equidad).

 

Es fundamental considerar que el Movimiento Scout debe proveer oportunidades para ayudar a niñas y niños a desarrollar su pleno potencial, respetando las diferencias individuales y superando las limitaciones de los roles tradicionales por sexo en su sociedad.

 

Al mismo tiempo, debe hacer posible que en el Movimiento, mujeres y hombres cooperen sobre una base de equidad, compartiendo el liderazgo en todos los niveles de la asociación.

 

Sin embargo, como en la mayoría de las asociaciones, el Movimiento se ha desarrollado partiendo de una organización masculina y a menudo no se le ha dado la consideración suficiente a las necesidades de niñas y mujeres, permitiendo que el programa y la estructura les ofrezcan oportunidades de crecimiento, liderazgo y plena participación.

 

Es por eso que el ENPE ofrece la posibilidad de trabajar sobre la equidad de género, proponiendo que la educación mixta es la clave en esta tarea.

 

Por otra parte, es importante recordar que una de las Sietes Prioridades Estratégicas acordadas y aceptadas a nivel mundial (mencionadas al inicio de este documento), establece: Niños, niñas, mujeres y hombres, respetando diferencias, promoviendo la equidad y aceptando la responsabilidad; la cual refleja la importancia de la equidad de género para el Movimiento Scout Mundial, ya que sin duda todos los y las jóvenes dentro del movimiento tienen la misma oportunidad de desarrollarse y crecer a través de las actividades del programa, el cual sugiere la integración de grupos naturales donde hombres y mujeres comparten experiencias reconociéndose como diferentes biológicamente pero iguales en derechos y oportunidades.

 

Por ello el ENPE, plantea el trabajo en conjunto entre hombres y mujeres a través de la integración opcional de ambos géneros en manadas, tropas, comunidades y clanes, donde seisenas, patrullas y equipos pueden o no ser conductivos; es decir se pueden conformar secciones de la siguiente forma:

 

Secciones paralelas: formadas por todos sus niños o jóvenes de un mismo género organizados en equipos, patrullas o seisenas.

 

Secciones mixtas integradas: formadas por equipos, patrullas o seisenas de un solo género pero las secciones tienen a los dos géneros juntos.

 

Sección mixtas: formadas por equipos, patrullas o seisenas mixtas.

 

Cuando el Método Scout es aplicado adecuadamente se fortalece el equilibrio entre los jóvenes, aminorando las tendencias discriminatorias; por ello es fundamental evitar caer en estereotipos establecidos, para que estos no sean replicados en cada una de las secciones de un grupo scout.

 

Unos de los aspectos más importantes es la homologación de los planes de progresión, donde el crecimiento y el alcance de los objetivos educativos no generan distinción entre géneros, al contrario, ayudarán a la búsqueda de la equidad entre ellos y a reconocer su complementariedad.

Aceptación Voluntaria

Siempre que hablamos del momento de hacer la Promesa Scout, pensamos en que es el momento del compromiso voluntario con nosotros mismos, con los demás, con Dios y la Patria, y con el cumplimiento de la Ley Scout.

 

Sin embargo, no podremos negar que, hasta la fecha, para poder llegar a ese momento se requiere pasar una serie de requisitos, para demostrar que estamos listos para establecer ese compromiso; esa es una situación que debe de cambiar, ya que no es un argumento válido para poder comprometernos

¿no es así?, pues ¿quién más que nosotros puede determinar si estamos listos o no para dicha decisión?

Considerando esta paradoja, y retomando las palabras de Badén Powell, el Esquema Nacional del Programa Educativo retoma el principio básico de que la promesa scout es un compromiso completamente voluntario donde los jóvenes son los únicos que determinan el momento en que desean realizarlo.

 

Los propios jóvenes deciden si están preparados para comprometerse

La promesa no tiene un momento determinado para ser hecha; simplemente se hace cuando el joven, una vez terminado su periodo de inducción, se considera preparado y manifiesta al Scouter su decisión, el cual programara su ceremonia respectiva.

 

Es una decisión personal que el joven toma cuando se siente preparado.

 

El tiempo para hacer la promesa no está vinculado a las etapas de progresión personal de los jóvenes.

 

El joven asume el cumplimiento de la ley y la promesa scout comprometiéndose a hacer lo que de él o ella dependa para cumplir sus deberes para consigo mismo.

 

Es una verdadera aceptación voluntaria.

 

Los scouters no deben dudar ni discutir el propósito de esta petición; ni posponer, aunque sea por muy buenas razones, la realización de una Promesa que ha sido propuesta por los mismos jóvenes.

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